lunes, 26 de julio de 2010

A propósito de las pulseras Power Balance (y V)

(Continuación) Pues relacionado con la prueba de la pata coja, les decía que cualquier profesional de la medicina les aclarará que el equilibrio de lo que depende es de la interconexión del tronco cerebral y las áreas corticales cerebrales con las estructuras visuales, así como con los núcleos que controlan la vía auditiva, la musculatura ocular y el centro reflejo del cerebelo.

Pero nunca de una pulsera. Y que cómo es posible que alguien se pueda creer esa pamplina de la pulsera.


Incluso se ha realizado una pequeña prueba de doble ciego. Se la cuento, es breve.

En una muestra de unas dos docenas de personas, se utilizaron tres tipos de pulseras: una de Power Balance, otra de EFX y una de silicona.

De aquellas que puso de moda Lance Armstrong hace un par de años con fines solidarios, ¿las recuerda, verdad? No tenían ninguna propiedad salutífera.

Bueno pues le dieron una a cada una de las personas, ignorando ellas cual de las tres era la pulsera que le habían puesto. Y entonces las sometieron a una prueba de equilibrio, similar a la que publicitan las dos primeras.

¿Los resultados?: definitivos.

¿Las conclusiones?: aplastantes.

Ante estos ejercicios de equilibrio, la última pulsera, la de Armstrong, la que no tenía ningún poder curativo de nada, ésa fue la que mejor resultado les dio a los participantes.

Qué me dicen. Ya les avisé. Es pura sugestión.







Si de verdad hubiera existido algún tipo de estímulo en las pulseras con holograma, su efecto tendría que haber sido notorio.

Bueno, ya lo saben. Las pulseras Power Balance son un timo.

Produciría el mismo efecto recortar el holograma de una tarjeta de crédito caducada y pegarlo en una pulsera cualquiera. Si quieren otro día les cuento cómo hacerla.

Prontuario escéptico
Hoy me quiero despedir, dándoles un prontuario de cómo reconocer un producto mágico nada más verlo.

Verlo y huir presto de él y sus cantos de sirenas, evitando así que le timen y esquilmen sus bolsillos.

Es muy fácil de aplicar. Basta con que, a simple vista, en la información que le den aparezca alguna, algunas o todas estas características:

1) Hacer referencia a la energía. Ya saben “power” en inglés.

2) Introducir el término “natural”. Es quizás el mejor señuelo.

3) Usar términos científicos como: frecuencia, células, físico-mecánicas, química, física cuántica. Dan credibilidad.

4) Mencionar a Albert Einstein. Éste es un clásico, casi ineludible.

5) A falta de sustento científico, basarse en testimonios. Lo típico: "tengo un amigo cuyo vecino dice que su compañero de trabajo se la compró y, oye, ¡que le va de cine!"

Bueno no les canso más.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Es muy bueno