lunes, 18 de abril de 2011

La Sábana Santa (IV)

(Continuación) De lo que sí hay pruebas documentales es de que los clavaban por el brazo. Por el espacio entre el cúbito y el radio. No por  el espacio de Destot, que es el de las muñecas.
Por otro lado también le ataban los brazos al madero. Lo hacían para evitar que cayeran y así prolongar su agonía. Un detalle que se le pasó al sabanista Barnet, pero que no ignoran los filipinos.
En efecto. Todos hemos visto en televisión esas imágenes de la Semana Santa en Filipinas, donde se sacrifica realmente a una persona voluntaria. Los clavos se le introducen en las palmas de las manos y se atan sus brazos al madero. Y ya no se cae.

4. …y sus manchas de sangre
Pero, ya lo hemos comentado, el lienzo de Turín contiene, además, supuestos y llamativos rastros de sangre. Así al menos se la definió en una investigación realizada en 1950. Como sangre humana venosa y arterial.
Es una nueva afirmación sabanista donde la irracionalidad vuelve a chocar, primero, con la propia tradición cristiana y, después, con la lógica científica.
Empecemos por la religión. Por los evangelios sabemos que “el cuerpo de Jesucristo fue lavado y perfumado antes de envolverlo en fajas, según la manera de sepultar de los judíos" (Juan 19:39-40).
Pero si se limpió el cadáver, no tendría que haber rastros de sangre en la mortaja, por lo que la propia existencia de sangre en la tela demostraría, qué ironía, que el sudario de Turín nunca envolvió el cuerpo de Jesucristo. O sea que es una falsificación.
Y sigamos por la lógica. Como todo el mundo sabe, con el tiempo, la sangre se torna primero parda y luego negra. Sin embargo en la sábana, la sangre, que según los “sindonólogos” tiene dos milenios de antigüedad, es sorprendentemente rojiza. Algo totalmente irracional e inaceptable.
Tanto que, consciente de este atentado a la inteligencia, la propia STURP encargó un estudio científico de las muestras.
Lo hizo un experto de la casa, Walter McCrone. Probablemente el microanalista forense más competente del mundo en ese momento, y un sindonólogo reconocido. Vamos uno de los suyos. Por lo que no se esperaban sorpresas.
Mas, lo que son las cosas, nada salió como se esperaba. De entrada el análisis no detectó ni rastro de sangre. Ni una sola gota. Toda una señora contrariedad.
Una contrariedad que no vino sola. Porque lo que sí se encontró fueron abundantes muestras de óxido de hierro, bermellón, huellas de amarillo de arsénico, azul de ultramar, azurita, carbón de leña y rojo de rubia.
Todas ellas sustancias empleadas en la elaboración de las pinturas que se utilizaban en la Edad Media.
Época de la que, precisamente, se tiene la primera prueba documentada de la existencia del lienzo. Y que comentábamos al comienzo de este trabajo sindonero.
Una coincidencia desgraciada, por inoportuna, para los sindonistas y que no fue la única. No. Ya se sabe que las desgracias (casi) nunca vienen solas.
Para colmo de males, McCrone, observó que las partículas de pigmento se hallaban pegadas entre sí gracias a un fijador orgánico, que identificó como témpera al colágeno. Un compuesto muy usado también en esa época, por los artistas.
O sea, que de sangre nada de nada. Más bien un toque de pintura medieval.  
Y les dije que nada salió como se esperaba porque, como científico honrado que demostró ser, McCrone así lo expuso.
Lo que no fue del agrado del STURP, como ya podrán imaginar. Tampoco se sorprenderán si les digo que lo expulsaron del grupo. A él que había sido uno de sus fundadores.
Con el tiempo y las pruebas, al final, los sabanistas terminaron por admitir que las manchas de sangre de la sábana no eran tal, sino pintura.
Aunque hace tiempo leí que han vuelto a apostar por la sangre, incluso diciendo que es del tipo AB. Todo un despropósito. En fin, ya saben lo de la linde...
Lo malo de dichas afirmaciones no es que la hagan, sino que ningún otro laboratorio independiente del mundo haya obtenido esos mismos resultados. Ni asomo de rastro de sangre, y mucho menos que sea del tipo AB. Ninguno.
Nadie salvo el de ellos, claro. O sea que.
Extraño, ¿no les parece? Por supuesto a McCrone, aunque tenía razón, no lo volvieron a admitir.
Perdonen un pequeño desliz que he tenido. Un poco más arriba he citado a STURP, y es posible que algunos de los seguidores de ‘enroque de ciencia’, no caiga en estos momentos a qué o quién me estoy refiriendo. Corrijo mi error.
STURP es una sociedad constituida por un grupo de creyentes y relacionada con la religiosa Hermandad del Santo Sudario. Nació en 1978, fundada por 40 miembros-investigadores y lo hizo abocada al estudio para demostrar la autenticidad del lienzo de Turín.
No para buscar la verdad, sino para demostrar la autenticidad. Mal empezamos. (Continuará)



5 comentarios :

José Luis dijo...

Estuve en la conferencia que dio el año pasado. me gustó más que estos artículos

Juan José dijo...

3. Los Clavos de las manos de Cristo.

El articulo dice: "En primer lugar no es cierto que los romanos no crucificaran clavando por las palmas. La realidad es que eso no se sabe. De lo que sí hay pruebas documentales es de que los clavaban por el brazo. Por el espacio entre el cúbito y el radio. No por el espacio de Destot, que es el de las muñecas."

A esto responde el Dr. Carlos Otal:
“Si un cuerpo fuera colgado de las palmas, colocado el clavo entre los metacarpianos, como hacen pintores y escultores con frecuencia, es harto probable que las manos se desgarraran y no soportaran peso y esfuerzo respiratorio. No todos lo especialistas están de acuerdo en el sitio exacto, pero todos están de acuerdo en situarlo en el carpo, muñeca, y no en los espacios intermetacarpianos (palma de la mano) como parece entender Broch. Existen varias teorías que ubican en distintos sitios del carpo (muñeca) el lugar por el cual habría atravesado el clavo. Tienen en común el afirmar que el carpo es el sitio de las manos que brinda mayor solidez y resistencia para soportar gran parte de la tracción ejercida por el peso de un cuerpo suspendido”.

Juan José dijo...

4...... y sus manchas de sangre

El artículo dice: "Por los evangelios sabemos que “el cuerpo de Jesucristo fue lavado y perfumado antes de envolverlo en fajas, según la manera de sepultar de los judíos" (Juan 19:39-40). Pero si se limpió el cadáver, no tendría que haber rastros de sangre en la mortaja, por lo que la propia existencia de sangre en la tela demostraría, qué ironía, que el sudario de Turín nunca envolvió el cuerpo de Jesucristo. O sea que es una falsificación."

Respuesta: "En el original griego no aparecen los verbos “lavar” o “perfumar”, sino que se dice que “envolvió el cuerpo junto con los aromas”, probablemente espolvoreados." Otro argumento adicional es el que dice que, como Jesús murió un viernes en la tarde, en la víspera del sábado, día en que los judíos no podían trabajar, el cadaver fue puesto en la tumba sin lavar porque no daba tiempo. El domingo, María Magdalena y las demás mujeres, sí iban realizar ese lavado, pero como no encontraron a Jesús porque habia resucitado, no pudieron hacerlo.



Juan José dijo...

4.... y sus manchas de sangre.

El artículo dice: "Y sigamos por la lógica. Como todo el mundo sabe, con el tiempo, la sangre se torna primero parda y luego negra. Sin embargo en la sábana, la sangre, que según los “sindonólogos” tiene dos milenios de antigüedad, es sorprendentemente rojiza. Algo totalmente irracional e inaceptable."

La respuesta mía, es también de lógica: Bajo el supuesto del milagro de la resurrección de Jesús, el que la sangre permanezca rojiza por dos milenios luce poca cosa. De hecho, existe otra reliquia de guarda la Iglesia Católica producto del denominado "Milagro Eucarístico de Lanciano", ocurrido en el año 750. Sucedió que en medio de una misa, mientras consagraba el cura, vio convertirse el pan en carne y el vino en sangre. Tanto la carne como la sangre se han conservado hasta el día de hoy. En tiempos modernos le han realizado estudios científicos que determinaron que la carne es verdadera carne de hombre, de un corazón humano, y la sangre verdadera sangre de humano, del mismo humano, y se conservan como carne y sangre de una persona viva. Y la sangre es AB, el mismo tipo de sangre que hay en la sábana santa. Esto lo he leído y mencionan en qué año y cuáles científicos realizaron el studio. Sería bueno que me digan donde puedo encontrar una refutación a estos estudios, para estudiarla y compararla con esta versión

Juan José dijo...

El artículo dice: "Walter McCrone.....lo que sí se encontró fueron abundantes muestras de óxido de hierro, bermellón, huellas de amarillo de arsénico, azul de ultramar, azurita, carbón de leña y rojo de rubia. Todas ellas sustancias empleadas en la elaboración de las pinturas que se utilizaban en la Edad Media."

Respuesta: "El Dr. McCrone jamás estudió la Síndone en Turín, sino ciertas fibras que le fueron enviadas a su laboratorio22 por Ray Rogers, quien afirmó que su colega pretendía “apuntarse otro éxito publicitario, como el que logró con el mapa de Vinlandia”23. Es verdad que encontró esos tintes, pero pueden ser fruto de las copias de la Sábana (pintadas con ellos, naturalmente) que fueron frotadas al original para convertirlas en reliquias de segundo orden. No ha encontrado que el bermellón forma la imagen. También hay ácaros en la Sábana y no por eso se afirma que la imagen está elaborada con ácaros."