jueves, 11 de agosto de 2011

Acerca de la Torre Eiffel


Es otro de esos monumentos nacidos a la sombra de una Exposición Universal, y con los que comparte su naturaleza efímera.

Una fecha de caducidad ya prefijada, a pesar de la cual y por razones no siempre fáciles de entender, han terminado quedándose, afortunadamente, entre nosotros.

Quedándose además en un lugar de honor, ya que han pasado a ser símbolos de una ciudad e, incluso como es el caso, de todo un país.

Ya hemos hablado en esta tribuna divulgativa del Atomium de Bruselas. Bueno pues al mismo nivel, o quizás más alto, se encuentra la Torre Eiffel de París.

Una prueba más del ingenio y el poder de superación del hombre, que tiene su historia. Una historia compuesta, a su vez, por un conjunto de intrahistorias humanas, científicas, artísticas, tecnológicas, sociales, políticas, etcétera.

Una historia que, seguro se habrá imaginado ya, les voy a contar. Y, como es natural, empezaré a hacerlo por el principio, por el hombre ¿Quién fue Gustavo Eiffel?

Eiffel, el hombre
A pesar de ser uno de los ingenieros más famosos de la historia, Alexandre Gustave Eiffel (1832-1923) tuvo sus, digamos, “problemillas” como estudiante.

De hecho no pudo ingresar en la prestigiosa École Polytechnique, por lo que se tuvo que matricular en la École Centrale de París, donde se graduaría como ingeniero químico en 1855.

Eso sí. Doce años después era dueño de una constructora que gozaba de gran prestigio a nivel internacional. Construyeron cientos de importantes estructuras metálicas: puentes, grúas, naves industriales, estaciones ferroviarias, almacenes, etcétera.

Suyas son las Naves del Barranco en Sevilla, pero no así el trianero Puente de Isabel II; también el antiguo almacén cubierto portuario en el Puerto de Santa María, Cádiz; o el puente sobre el Duero en Oporto, entre otras muchas obras repartidas por medio mundo.

Entre ellas, un dato éste poco conocido, la estructura interna de la Estatua de la Libertad de Nueva York, de cuyo diseño es autor.

Trato de transmitirles con esta breve reseña que Eiffel ya gozaba de gran prestigio como ingeniero, especializado en la construcción de estructuras metálicas, cuando abordó el proyecto de la Tour Eiffel.

Un proyecto que pudiera ser, no hubiera sido diseñado expresamente para París. Y que en 1885, Eiffel, lo habría presentado, primero, a la ciudad de Barcelona, para su Exposición Universal de 1888. Sólo que ésta lo rechazó.



1 comentario :

Rubén dijo...

Tremenda, la frase de Rutherford. Hay que ver lo que cambia la física.