sábado, 20 de agosto de 2011

Eiffel, la torre: Algunas curiosidades científicas


(Continuación) Desde su construcción, Gustave Eiffel, pensó que la torre, dada su elevada altura, podría tener cierta utilidad desde el punto de vista científico.

Por lo que se esforzó en publicitar las magníficas condiciones que reunía para realizar en ella, determinados experimentos como la radiodifusión y la meteorología.

Tan convencido estaba que financió, con sus propios fondos, algunos de estas experiencias científicas que se llevaron a cabo, sobre o desde, la torre Eiffel.

Una jugada de lo más inteligente ya que, el éxito de los mismos, permitió perpetuarla. Sin intención de ser exhaustivo les doy unas pinceladas, más o menos, en orden cronológico.

Ya en el mismo 1889, la Oficina Central Meteorológica de Francia instaló una pequeña estación de observación meteorológica en lo alto de la torre.

Y en octubre de 1898, Eugène Ducretet establecía la primera conexión telefónica hertziana entre la torre Eiffel y el Panteón de París, distante cuatro kilómetros (4 km).

En 1903, el pionero de la radiodifusión Gustave Ferrié, general y científico francés, pudo perfeccionar el telégrafo sin hilos (TSH), gracias a la instalación de una antena en la cima de la torre Eiffel.

Un proyecto de red telegráfica sin hilo que financió el propio Eiffel con su dinero, y cuya experimentación fue todo un éxito. Nuestra tecnología actual y buena parte de la del futuro, son herederas de él.

Esta red TSH, que empezó siendo de uso estrictamente militar, pasó a ser de uso civil a partir de la década de 1920.

Previamente, en 1909, se construyó un pequeño túnel de viento a los pies de la torre. Dado los buenos resultados obtenidos con él, se cambió poco después, en 1912, por uno mucho mayor.

Y en 1910, Theodor Wulf (1868-1946), realizó las primeras investigaciones sobre el enigmático origen de unas misteriosas radiaciones o rayos. Una de las que no se sabía si procedían de la tierra o del espacio.

Por lo que intentó medirlas tanto en lo más alto de la torre como a sus pies.

Cuando las comparó, la respuesta se hizo evidente. Resultó que la radiación detectada arriba era superior. Lo que le llevó a pensar que la radiación venía de fuera de la atmósfera.

Una hipótesis que, por cierto, no fue aceptada por la comunidad científica de entonces. Pero que tuvieron que aceptar. Es lo que decían los datos de los experimentos y ellos mandan en las ciencias.

Se las llamó rayos o radiaciones cósmicas.    

A partir de 1921, algunos programas de radio empiezan a ser emitidos desde la Torre Eiffel. Y en 1925, su estructura servía como marco para el inicio de la televisión en Francia.

Es en 1959 cuando se instala el nuevo mástil de teledifusión, que hace llegar la altura de la torre a los 320,75 metros actuales. Y, finalmente, en 2005, cuando se instala una emisora de televisión digital terrestre.

No. No andaba descaminado el señor Eiffel, al pensar en el potencial científico de su torre para la Exposición Universal de 1889.

Y dejamos por ahora la Torre pero no al señor Eiffel ¿Es cierto que Eiffel construyó la estatua de la Libertad? 


2 comentarios :

Aurelio cano dijo...

Me ha parecido interesante aunque algo extenso.
me gustan mas cortos de no más de un par de días.

Gilbert dijo...

Lo cierto es que me ha parecido genial así, mis agradecimientos