domingo, 4 de marzo de 2012

Científicos “bisiestos”: Herman Hollerith

Es el segundo de la terna. Herman Hollerith, estadista estadounidense (1860-1929), inventor de la máquina tabuladora, una de las primeras máquinas de aplicación en informática

De hecho Hollerith está considerado como el primer informático de la historia.
Es el primero que logra el tratamiento automático de la información.

Informática = Información + Automatización
Un paso muy importante en el tratamiento de cierto tipo de información del que, quizás, no seamos muy consciente.


No debemos ignorar que, a mediados del siglo XIX, los censos de población se realizaban de forma manual. Un trabajo amanuense que suponía un considerable retraso en su elaboración. Les estoy hablando de 10 o 12 años, hasta su acabado.

Es entonces cuando Hollerith se pone a trabajar en el diseño de una máquina tabuladora o censadora, basada en tarjetas perforadas.

Consciente de que la mayor parte de las preguntas contenidas en los censos, se podían contestar con un SÍ o un NO, ideó la tarjeta perforada. Una cartulina en la que, según estuviera perforada o no en determinadas posiciones, se contestaba este tipo de preguntas. La tarjeta tenía 80 columnas.

En 1889, Hollerith patentó su máquina. Un año después le incluyó la operación de sumar, con el fin de utilizarla en la contabilidad de los Ferrocarriles Centrales de Nueva York.

El mismo año, 1890, en el que el Gobierno de los Estados Unidos la elegía para elaborar el censo de 1890. Tuvo un éxito impresionante. Se tardaron unos dos años y medio (2,5) en perforar unas 56 millones de tarjetas. Probablemente se trate de la primera computadora en la historia.

En 1896, Hollerith fundó la empresa Tabulating Machine Company, con el fin de explotar comercialmente su invento. En 1911 pasó a ser la Computing Tabulating Recording Corporation (CTR)

Y el 14 de febrero de 1924, cambiaba su nombre por el de International Business Machines Corporation (IBM), cuyo primer presidente fue Thomas John Watson.

Un hombre que resulta curioso saberlo, visto con la perspectiva del tiempo, no estaba muy convencido del futuro que podían tener estas máquinas computadoras.

Lo digo porque en 1943 se dejó caer con aquello de: "Creo que en el mundo sólo hay mercado para unas cinco computadoras"

Sin comentario.


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