miércoles, 4 de julio de 2012

A propósito de Quino (I)


Sí lo sé. Sé que me comprometí a, una vez zanjada la cuestión del tamaño de las esferas, resolver el problema mecánico del penalti futbolero.

Sin embargo estarán al tanto, así al menos lo espero, de los comentarios que ha suscitado la entrada que publiqué en la categoría de Humor del blog, el pasado lunes 2 de julio, de título “Y hablando de la vida”.

Una supuesta e ingeniosa reflexión de Quino, el genial dibujante argentino de Mafalda, sobre cómo debería ser la vida. Titulada La vida según Quino, más o menos viene a decir como sigue.

“La vida según Quino” 
“… Pienso que la forma en que la vida fluye está mal. Debería ser al revés: Uno debería morir primero para salir de eso de una vez.

Luego, vivir en un asilo de ancianos hasta que te saquen cuando ya no eres tan viejo para estar ahí. Entonces empiezas a trabajar, trabajar por cuarenta años hasta que eres lo suficientemente joven para disfrutar de tu jubilación.

Luego fiestas, parrandas, alcohol. Diversión, amantes, novios, novias, todo, hasta que estés listo para entrar a la secundaria…

Después pasas a la primaria y eres un niño que se la pasa jugando sin responsabilidades de ningún tipo…

Luego pasas a ser un bebé, y vas de nuevo al vientre materno, y ahí pasas los mejores y últimos nueve meses de tu vida flotando en un líquido tibio, hasta que tu vida se apaga en un tremendo orgasmo… ¡¡¡ESO SÍ ES VIDA!!!”


La publiqué así, tal cual. A modo de curiosidad. Sin siquiera un comentario por mi parte. Vamos sin ningún tipo de pretensión.

Pues menos mal. Porque nada más aparecer, no han cesado los comentarios de todo signo en el blog. Unos a favor y otros en contra de su autenticidad.

Para los primeros es una prueba más del ingenio del autor. Para los segundos, sólo es un nuevo texto apócrifo, endosado en este caso al padre de Mafalda y que, según ellos, éste ha desmentido en más de una ocasión.

Nada nuevo, pues, bajo el Sol. Algo parecido a lo que ha ocurrido toda la vida de Dios, con otros artistas que en la vida han sido.

Solo que en estos días que nos han tocado vivir, su efecto se ve multiplicado por Internet. Un signo de los tiempos. Naturalmente me he puesto a investigar. Les cuento los hechos.

El caso Quino
Por lo que se ve la cosa viene de lejos, ya que lleva años pululando de buzón de buzón cibernético. (Continuará)

1 comentario :

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.