viernes, 7 de septiembre de 2012

¿Qué tiene más potencia de aumento, un microscopio óptico o uno electrónico? [IV]


(Continuación) En 1926, el físico estadounidense C. J. Davisson (1881-1958), y un año después, el también físico británico G. P. Thomson (1892-1975) realizaban, con resultado positivo, la experiencia de la difracción de electrones.

Y cuando calcularon la longitud de onda que tenían esos electrones, según las figuras de difracción obtenidas de forma empírica, encontraron valores que concordaban con los que preveía la ecuación teórica de la hipótesis cuántica de De Broglie, que se obtendrían.

Así que teoría y práctica iban de la mano, lo que era una buena señal. Una concordancia que convirtió, ipso facto, la hipótesis de De Broglie en teoría.

Por estos trabajos, Davisson y Thomson, fueron galardonados, de forma compartida, con el Premio Nobel de Física en 1937.

Unos años antes lo había recibido Louis de Broglie, Premio Nobel de Física en 1929 por su hipótesis de la naturaleza, también, ondulatoria del electrón.

Aunque han salido ya en Enroque de ciencia les recordaré que G.P. Thomson era hijo de J.J. Thomson (1856-1940), que también había recibido el Premio Nobel de Física en 1906.

De modo que padre e hijo fueron premios nobel. Bueno. Estas cosas pasan.

Y curiosamente también por sus estudios sobre el electrón. Bien. Estas cosas se ve que pasan también.

Pero es que, y aquí el momento ironía, mientras el mayor de los Thomson "nos dice" que los electrones son partículas, el más joven "dice" que también son ondas. En fin qué quieren que les diga. Estas cosas pasar pasan, y delante tenemos la prueba, pero pasan muy de vez en vez.

En cualquier caso, y en lo que respecta a esta doble naturaleza, corpuscular y ondulatoria, del electrón, todo quedó entre Thomson, en familia.

Una saga ésta que hace cierto lo de que “de casta le viene al galgo”.

Y tomando al pie de la letra la cita anterior, les ofrezco una nueva aportación del Ingeniero de Telecomunicación por la Universidad de Sevilla y MBA por la Escuela de Organización Industrial (EOI), Carlos Sánchez Cazorla.

Se trata de la copia coloreada de una vieja y querida fotografía que ya ha sido enrocada. Creo recordar que dijimos que, para muchos, los ahí fotografiados, constituían la generación de oro de la ciencia.

No son pocos los que piensan que antes no existió otra igual y, es muy probable, que no la vuelva a haber nunca más ¿Recuerdan?

Y volviendo a los microscopios electrónicos, no hay duda de que con semejante poder de ampliación, recuerden más de un millón de veces la visión del ojo humano, no hay duda les decía, de que las imágenes que se puedan obtener deben resultar espectaculares. (Continuará)


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