domingo, 29 de junio de 2014

Folly, el banco


Desde el punto de vista doméstico, la fruslería científica de hoy bien puede ser un banco o un sofá, como nos dice su creador, el diseñador Ron Arad. Es algo a lo que un servidor no le va a añadir un punto, ni a quitar una coma. Zapatero a tus zapatos.

Pero desde el científico, sí me gustaría resaltarle un par de detalles. Uno de naturaleza química y el otro matemática. Así que de una ciencia experimental pasaremos a una exacta.


Detalle químico
Químico, les decía, porque tal sustento está fabricado en polietileno rotomoldeado.

Lo del rotomoldeado obedece al proceso con el que ha sido conformado, rotomoldeo o moldeo rotacional, y que consiste en introducir un polímero en estado líquido o polvo dentro de un molde, de modo que éste, al girar sobre dos ejes perpendiculares entre sí, se adhiere a la superficie del molde, creando las piezas huecas.

Es un procedimiento de uso frecuente con diferentes productos plásticos.

Y lo de polietileno es probable que le suene, tanto, de haberlo escuchado o leído más de una vez, como, de haberlo estudiado en la química bachillera de sus tiempos escolares. Y claro, como ya se habrá imaginado, cojo esta desviación.

Se trata del polímero más simple y su fórmula es la de su unidad repetitiva (CH2-CH2)n, ya que se obtiene de la polimerización del etileno, CH2=CH2, o eteno (según IUPAC) y del que deriva su nombre.

Se trata de uno de los plásticos más comunes debido a que es químicamente inerte, tiene un bajo precio de producción y resulta sencillo de fabricar.

Tres factores que hacen que su producción mundial ronde los sesenta millones de toneladas anuales (60 000 000 t/año) en todo el mundo.


Detalle matemático
Si se fija en la forma del banco o sofá, no termino de aclararme, seguro que le resulta familiar. Sí. Estoy con usted. Se parece muchísimo a una cinta de Moebius. Y es que lo es.

La banda de Moebius es un artilugio fácil de hacer. Basta con pegar los extremos de una tira de papel, invirtiendo la orientación de uno cualquiera de ellos. Una vez hecho, si se sigue su desarrollo con un lápiz, advertirá que la cinta se muestra como una única superficie.

Trato de decirle que su superficie tiene una sola cara y un solo borde. No hay parte delantera ni trasera, no existe frontal ni parte trasera.

Matemáticamente fue descubierta en forma independiente, en 1858, por los matemáticos alemanes A. F. Möbius (1790-1868) y J. B. Listing (1808-1882), y lo cierto es que presenta unas propiedades sorprendentes y bastante contraintuitivas.

Por ejemplo tiene la propiedad matemática de ser un objeto no orientable o la de ser una superficie reglada.

Bien, lo voy a dejar aquí, consciente de que ambos detalles merecen un mejor enroque. Sólo recordarle que, por lo que dicen, la fruslería de hoy, banco o sofá, está inspirado en este concepto.


Arte y Ciencia. A qué dudarlo.



No hay comentarios :