martes, 3 de junio de 2014

¿Por qué no hay nadadores negros? (y 3)


(Continuación) De un lado, los investigadores estiman que, en promedio, los negros tienen el centro de gravedad alrededor de un tres por ciento (3%) más alto que los blancos.

Una diferencia anatómica que, unida al hecho fisiológico de que la locomoción –andar o correr- no es en esencia más que un proceso continuo de caída hacia adelante, conforme elevamos y adelantamos los pies.

Y sumados ambos al mecánico Principio de conservación de la energía (PCE) -según el cual, en ausencia de fuerzas exteriores, el cuerpo que caiga desde mayor altura será el más rápido-, entre los tres nos completan la explicación.



Dado que la altura de un cuerpo en cada momento, desde el punto de vista mecánico, viene fijado por la ubicación del centro de gravedad y que éste está más alto en los negros, resulta evidente que los negros serán más rápido.

Gozan de una sensible ventaja tanto los velocistas como los maratonianos.

Se estima que un atleta de esta raza puede llegar a correr hasta un 1,5% más rápido que un blanco.

¿Y en los nadadores negros, cómo se explica que sean más lentos?
Aunque pueda parecer una paradoja, la explicación está basada en la misma triple naturaleza anatómica, fisiológica y mecánica de antes, solo que argumentando, ahora, en sentido inverso.

En una piscina las tornas se invierten, y tener el ombligo bajo se convierte en toda una ventaja, a la hora de deslizarse por el agua.

Al tener el ombligo más bajo sus torsos resultan mayores, comparativamente, mayores. Lo que posibilita que el cuerpo, al caer hacia adelante en el acto de nadar, llegue más lejos y la ola que provoca sea más grande y más rápida, por lo que el nadador se desplazará más rápidamente sobre ella.

Para comprender esto leamos lo que dice Bejan, uno de los investigadores:

“nadar consiste en el arte de surfear la ola creada por el propio nadador. El nadador que haga la ola más grande será el que nade más rápido y ése, a igualdad de otros factores, será el que tenga un torso mayor”.


Y recordar que los blancos tienen un torso, aproximadamente un tres por ciento (3%) superior a los negros originarios del África occidental, lo que les confiere un 1,5% de velocidad extra en la piscina.

Por eso los blancos tienen ventaja sobre los negros a la hora de nadar.

Les hablaba al comienzo de esta serie de la existencia de varias explicaciones -racial y física- para la manifiesta inferioridad natatoria negra, pero les decía entre otras, ¿es que existe alguna más?

Explicación socio-cultural
Pues sí, una que podríamos clasificar como de naturaleza sociocultural.

Lo de social apunta en la dirección de la razón o razones por las que una persona se dedica al deporte de alta competición, a saber: ocio, diversión, forma de ganarse la vida, etcétera.

Y no parece que la natación se encuentre entre los deportes cuya práctica reporte más dinero. Sin duda alguna, puestos a escoger, no escasean aquellos en los que se puede ganar mucho más.

Si esto lo unimos al hecho de que, biológicamente, la naturaleza no ha dotado de forma especial a los negros para nadar, pues tenemos que se juntan el hambre con las ganas de comer.

Resultado: La natación no es un vehículo social rentable en el que desplazarse por la vida.

Por eso, apenas, se ven nadadores negros

Pero tengo para mí que, también, es una cuestión cultural. El día que a los negros, me refiero a los negros africanos, les dé por entrar en masa en deportes como la natación o el ciclismo, entonces, entonces te digo que la historia habrá que contarla de otra forma.

Es seguro que, en cuanto se pongan, serán tanto o más buenos que los blancos. No me extrañará lo más mínimo.

Ya ha pasado con el futbol.




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