viernes, 22 de agosto de 2014

'What a wonderful world'


Una vez puestos de acuerdo a partir de la gramática y la ortografía, esas dos ciencias que estudian el lenguaje, sobre cuál de los términos es el correcto, ya saben, ambiente mejor que medio y, nunca, medioambiente, acordado este punto les decía, voy a enfocar este asunto desde otra perspectiva: la musical.

¿Cuál es la implicación de la música con nuestro ambiente? O mejor dicho con el estado del mismo.

La degradación de la naturaleza, la contaminación, el reciclaje o el futuro del planeta, ¿han sido motivo de preocupación para los artistas y, en concreto, para los músicos? Curioso, ¿verdad?



Bueno, pues algo hay.

Rebuscado en la discografía mundial, alguna que otra preocupación internacional por el ambiente hemos encontrado. Y en casi todos los estilos, épocas y lugares, esta inquietud se plasma en diferentes temas musicales.

La canción
El que encabeza esta entrada, What a Wonderful World, es el primero que le traigo, por simple motivo (casi) cronológico.

Se trata de una canción de jazz escrita especialmente para el trompetista y cantante estadounidense Louis Armstrong (1901-1971) por Bob Thiele y George David Weiss, y publicada por primera vez como single a principios del otoño de 1967.

Tenían la intención de que se convirtiera en una especie de antídoto social contra el proceloso clima político y racial estadounidense de la década de 1960, pero lo cierto es que en un principio pasó prácticamente desapercibida.

Tanto que no llegaron a vender ni mil (1000) copias, y hubo que esperar ocho (8) años a que alcanzara el primer puesto de ventas en el Reino Unido, en 1968, para que se convirtiera en una canción conocida.

Aunque en realidad, el reconocimiento a nivel mundial tuvo que esperar casi veinte (20) años, pues le llegó cuando, en 1987, la canción fue incluida en la banda musical de la película Good Morning, Vietnam, dirigida por el cineasta Barry Levinson (1942) y protagonizada -entre otros- por el actor estadounidense Robin Williams (1951-2014).

La letra
Con su especial y carismático tono, Louis Armstrong nos manda un mensaje optimista y cargado de esperanza en el futuro, al describirnos el placer por las cosas simples de cada día.

Nos recuerda la belleza de nuestro entorno, el colorido de la naturaleza, el sentido de la amistad y hace una referencia especial a los bebés, encarnando en sus lloros de recién nacidos, el futuro de la Humanidad en nuestro planeta.


Les dejo con una traducción de la letra y un vídeo.

Un maravilloso mundo

Veo arboles verdes, rosas rojas también
los veo florecer, para mí y para ti
y pienso que es un maravilloso mundo.

Veo cielos de azul y nubes de blanco 
el día glorioso y brillante, la oscura noche sagrada
y pienso que es un maravilloso mundo.

Los colores del arcoíris son tan hermosos en el cielo, 
lo son también las caras de las personas que van por ahí.
Veo amigos estrechándose las manos diciendo ¿cómo estás?
cuando en realidad quieren decir te quiero.

Oigo bebes llorando, los veo crecer 
ellos aprenderán mucho más de lo creen
y pienso que es un maravilloso mundo.

Si, pienso que éste es un maravilloso mundo.





1 comentario :

Alfonso Díaz dijo...

Un tema poco tratado. Enhorabuena por la elección. Espero que continúe de forma regular.