miércoles, 10 de junio de 2015

¿Deben llevar los niños gafas de sol?

No es la primera vez que les traigo a estos predios el tema de las gafas de sol. La novedad en este caso la aportan los sujetos que las llevan: nada menos que los niños.

Y sí, la respuesta es tajantemente afirmativa. Los niños deben llevar puestas unas gafas de sol, cuando están expuestos a su radiación.

Éste que les traigo hoy, es uno de esos temas que personas ya con mi edad, suelen acometer los fines de semana en la playa, cuando están rodeados de familiares y amigos. Que es, mismamente, lo que me pasó hace unos días.

Además por fortuna, en el grupo se encontraba un oftalmólogo. Así que miel sobre hojuela.

De aquí que, sin ser un especialista en el tema, como bien saben sólo soy químico de la vieja escuela, y sin miedo a que me acusen de intrusismo profesional, me atrevo a trasladarles buena de parte de la charla que mantuvimos.

Tal es la confianza profesional que me inspira la persona que lo dijo.

¿Y qué comentó al respecto?
Para empezar insistió en algo que es evidente. La radiación solar es acumulativa a lo largo de la vida y lo es, tanto en la piel como en los ojos. La primera, el mayor órgano del cuerpo humano y los segundos la base del sentido de la vista, y encargados de detectar la luz.

Él nos recalcó que, afortunadamente, el uso de la crema de protección solar en los pequeños, es un hábito más que asumido por sus padres desde hace mucho tiempo. La consideran una actitud determinante para cualquier estrategia de prevención de su piel, y en ese sentido el comportamiento paternal es intachable.

Sin embargo, de la prevención de los ojos nos dejó caer que no ocurre otro tanto.

No parece que haya, todavía, tanta concienciación en lo que respecta a cómo influirá, en el riesgo de padecer enfermedades oculares en la vida adulta, el hecho de exponerlos durante la infancia a la radiación solar.

Insuficiente protección por parte de los padres
Algo así vino a decirnos pero ojo, no en modo recriminatorio sino divulgador. A su entender no existe información suficiente, como para haber alcanzado esa concienciación de los padres.

Pero insistió. La influencia en el riesgo de padecer enfermedades oculares en la vida adulta de los pequeños, es más que significativa, si no cuidamos su exposición a la radiación solar, durante la infancia.

Dijo que los ojos “recuerdan” la radiación ultravioleta (UV), en esa idea acumulativa que les hablaba antes junto con la piel. Así que el uso de unas buenas gafas que les protejan al cien por cien (100%) de los rayos UV es fundamental.

Esta es una de las razones por la que los menores deberían usar cristales que proporcionen una protección completa. Aunque motivos no faltan.

Otros motivos que aconsejan el uso de gafas solares en los pequeños
Conviene que los niños lleven gafas de sol puestas pues, por sus juegos, pasan mucho tiempo al aire libre. Con ellas, ya de entrada, impedirán que pequeños cuerpos extraños entren en los ojos, por ejemplo, en un día de viento.

Y también, no es desdeñable la idea, éstas pueden actuar como barrera protectora contra diferentes partículas de la contaminación ambiental.

Además está demostrado que el cristalino de un niño deja pasar más radiación que el de un adulto y sabemos que este órgano no alcanza su madurez plena hasta los veinticinco (25) años de edad. De ahí la trascendencia de protegerlo adecuadamente.

Un asunto importante pues se estima que el ochenta por ciento (80%) de la invasión ocular de los rayos UV se produce antes de cumplir los dieciocho (18) años.

Por estas, entre otras razones, los menores deberían usar gafas que proporcionen una protección completa, es decir, del cien por cien (100%). (Continuará)



1 comentario :

Lourdes Casati dijo...

¡Qué interesante y práctico! Tengo una hija con 18 meses y pienso comprarle unas gafas para este verano.
Gracias