lunes, 19 de febrero de 2018

James Cook y ‘Terra Australis’


(Continuación) Porque James Cook llegó a realizar hasta tres (3) viajes por el océano Pacífico, y en todos ellos aparecen interesantes vínculos de los que gustan por estos predios divulgadores.
Como los relacionados con: el conde de Sandwich, sí lo que está pensando, el del emparedado o tentempié inglés; con Bikini, sí, también lo que están pensando, sea esto la isla o la controvertida prenda de baño; o con el transbordador espacial Discovery y, ya de la que va, con Buzz el astronauta que comparto con mi nieto Carlos.
Sin olvidarnos de la isla de Pascua y el misterioso final de su cultura, o el “caníbal parentesco” entre la última reina de Hawai y la reina Victoria de Inglaterra.

Ni por supuesto del que dejamos a medias en la entrega anterior, la existencia de Terra Australis y, cómo no, del más científico de todos y responsable de que estemos aquí, la científica medición del tránsito de Venus entre la Tierra y el Sol de 1769.
Como ven son demasiados flecos sueltos en los que engancharnos, así que mejor será que vayamos recogiendo algo de este más que lleno “cajón desastre”. Yempezaremos con el que dejamos a media.
El auténtico objetivo de este primer viaje de los tres que realizó el entonces recién nombrado teniente Cook, al mando de la embarcación HMB Endeavour y cuya misión encubierta no era otra que descubrir la “Tierra Desconocida del Sur”, el mítico continente.
Terra Australis Ignota

Terra Australis Incognita, el imaginario continente cuya existencia ya nace como idea en la Grecia clásica, introducida por Aristóteles (384-322 a.C.) y Eratóstenes (276-194 a.C.) y extendida posteriormente por Ptolomeo (100-170), autor de la teoría geocéntrica del universo que estuvo vigente hasta el siglo XVI.
El continente más austral de todos, que a partir del siglo XV y hasta el siglo XVIII aparece dibujado en los mapas y cuya existencia, para algunos científicos, tenía que ser cierta y necesaria a fin de poder equilibrar las grandes masas de tierra del hemisferio norte.
Una búsqueda a la que Cook dedicó gran parte del año siguiente al del tránsito planetario, recorriendo el Pacífico Sur a bordo del HMB Endeavour, y en cuyo empeño llegó a estar casi dos meses sin ver tierra.

Un continente que basado en falsos conceptos de simetría geométrica, debía cubrir la mayor parte del hemisferio del sur y cuya existencia tomó relevancia en la era de los descubrimientos, cuando varios europeos encontraron tierras desconocidas en el hemisferio del sur.
Magallánica y Australia
Entre ellos el portugués Fernando de Magallanes (1480-1521), quien en agosto de 1520 descubrió lo que en realidad era la isla Grande de Tierra del Fuego, pero que por su tamaño consideró que formaba parte del continente imaginario.
Él y otros tantos, ya que la hipótesis continental de las nuevas tierras se extendió hasta el punto de que la supuesta Terra Australis Ignota, empezó a ser conocida también como Magallánica, en honor a su descubridor.

Una hipótesis que posteriores exploraciones en la segunda mitad del siglo XVIII desmontaron, con las pruebas empíricas de que en el hemisferio del sur no había ningún continente tan grande como Magallánica.
Y que naturalmente Cook no pudo encontrar en su primer viaje, pues nunca existió tal Terra Australis o “tierra del sur”, algo que él siempre había sospechado.
No obstante y a modo de apunte indicar que la expresión es una de las dos bases etimológicas del nombre Australia, país de Oceanía, que es el quinto de los continentes que en la segunda mitad del siglo pasado los escolares estudiaban: “Existen cinco continentes: Europa, Asia, África, América y Oceanía”. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.



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